
Cuando un amigo se va, a veces el mundo se te viene encima y recuerdas los bellos momentos que pasaste.
Cuando un amigo se va, te pones triste, melancólico porque aun está presente la herida, aquella que con el tiempo sanará y que luego recordaras como anécdotas de principiante.
Cuando un amigo se va, no te importa nada, quieres mandar todo y a todos al demonio con tal de poder recuperarlo de nuevo y sientes solo, hasta se te olvida de comer y a veces piensas de que sirvió haber pasado con el casi parte de tu vida.
Cuando un amigo se va, cambia tu nuevo ritmo de vida ya no es lo mismo que hacías antes es mas hasta a veces te sientes ocioso y te pones a pensar: oye, hace muchos años que no sentía lo mismo que siento ahora.
Cuando un amigo se va, te da algo de envidia, ver que otras personas hacen lo que tu antes hacías; y ahora que el no está a tu lado dices: y ahora que haré.
Cuando un amigo se va, hay que asimilarlo ya vendrán tiempos mejores no solo de pan vive el hombre y ninguna persona puede estancarse en la misma cosa.
Cuando un amigo se va, te da vergüenza llamarle porque sabes que te puede reconocer y hasta ponerte en incomodo lugar debido a que no solo lo sabrían ambos sino todos los que escuchan.
Cuando un amigo se va, también te sientes libre porque ya no estás atado a él, tienes más días libres y disfrutas de cosas que perdiste con tu familia y amigos.
Cuando un amigo se va, aun hay personas que te recuerdan que estabas con el aunque tu ya lo olvidaste hay personas que aun te recuerdan.
Cuando un amigo se va, hay tiempo para reflexionar y decirle gracias, gracias por los eventos, por las cosas, los obsequios, las alegrías, las tristezas y por sobre todo gracias por haberme hecho entrar a este mundo que no dejo sino que trato de buscar nuevas alternativas gracias, GRACIAS PERIODISMO DEPORTIVO RADIAL, GRACIAS AMIGO!