martes, 23 de abril de 2013



Créanme que en 23 años y contando, hasta el día de hoy, escuchar aquellas canciones y programas que veíamos cuando era niño  y ver el sol radiante e imaginarme aquellas calles de los años 90 por donde vivían, todavía me hacen sentir  que en media hora mi mamá me dirá: “vamos al Porvenir a ver a tus abuelitos? Beto”
Les quiero mucho abuelitos, todavía les recuerdo con mucho cariño. Extraño las tardes con su compañía y los clásicos lonches con yerbaluisa y pancito con mantequilla, en aquella mesa enorme en el comedor antiguo de la casa donde vivieron.