martes, 14 de agosto de 2012

A PROPOSITO DE LAS RADIOS....


Siempre me ha interesado el tema de la radio y me ha parecido que es un mundo mágico e increíble, donde te permite soñar e imaginar con solo escuchar la voz y los sonidos que se hacen en una cabina de audio.
Cuando salía-ya a veces cuando salgo de viaje-me doy un tiempo para primero conocer a la gente, sus costumbres, a que se dedican, que piensan y otras cosas. Luego de haber conocido más o menos a los pobladores, me pongo a escuchar radio. Si es posible puedo pasar todo un día entero escuchando radios locales donde me encuentro.
Hasta hace mucho, si quería escuchar alguna radio del Ecuador tenia que poner mi Discman en los 600 AM y empezar a escuchar la señal-entre nítida y lejana-de radio Sucre de Guayaquil.
Cuando me tocó ir al norte, escuchaba radios del Ecuador desde la ciudad de El ñuro, en la provincia de Talara. Y es algo maravilloso el tema de la radio extranjera.
Me parece que los ecuatorianos y los colombianos, aplican más el tema de la imaginación, permitiendo que la radio se un motor para generar imágenes en cada uno de nosotros, de esta manera estimulan la imaginación de sus radio escuchas.
En nuestro país, las radios solo son meros emisores de música y narración de noticias, dejando de lado el estimulo de la imaginación para los narradores deportivos, los cuales dibujan al oyente el terreno de juego. Pero, ¿los demás programas radiales?
No sé que, pero algo tiene la radio norteña que te invita a escucharla a cada momento. En el norte la radio tiene un sonidito especial que enamora y además el discurso que tienen los ecuatorianos y colombianos es mucho muy distinto a diferencia de nosotros.
Si hablamos del sur sus emisoras son más serias, al mismo tiempo por ser parte de su naturaleza (se dice que el norteño es más cálido que el sureño) y es más, la imagen mental que tengo cuando escucho una radio sureña, es con un clima de frio, frio normal que se siente en la zona sur de la región sudamericana.
Más en el norte cuando recuerdo una emisora norteña, la imagen mental de playa, sol, arena y de bellos atardeceres se posa en mi mente.
Son maneras distintas de ver la vida, a través de un aparato-al cual le tengo tanto cariño-como es la radio.
Épocas aquellas; las de las radio novelas. Cuando se escuchan en casi muchas de las radios de años pasados y te trasportaban a un mundo de imaginación. Si tan solo, las emisoras del país, retrasmitieran radio novelas, otra historia sería.
Mientras tanto a seguir admirando a las emisoras norteñas.

sábado, 11 de agosto de 2012

La salsa, el norte del país y el mar....existe un mejor estilo de vida?



Hoy luego de mucho tiempo, vuelvo a escuchar aquellas canciones que escuchaba cuando viajaba de camino al norte y de verdad que extraño todo ese recorrido que me marco en esta vida.
Hoy confirmo que cada una de las canciones que hemos escuchado a lo largo de la vida, marcan un espacio en el tiempo. Cuando escucho una canción de un programa de televisión me remonta a mi época de niñez. Pero una salsa, sobre todo de Rubén Blades, me remonta a los largos caminos de asfalto, días de cielo despejado, con un radiante sol y un eterno olor a playa, pescado y agua salada.
La primera vez que marchamos a Piura, no llegamos hasta tan lejos. Solo hasta Sullana. La siguiente nos toco ir hasta Talara, la mejor experiencia de mi vida.
Aunque desde Chiclayo, una salsa es fundamental para que exista una confianza entre mi ser y el lugar donde estoy.
Cada vez que recuerdo una calle de Chiclayo-Salaverry, Bolognesi, o la misma Balta, etc. Esta en mi mente una tarde de sol, el viento que corre con mucha fuerza y una buena canción de Blades, Colon, La misma gente, Cheo Feliciano o cualquier otro de los grandes cantantes de este gran genero.
No se si el resto de la gente también lo ve con mis ojos, pero sería excelente que el pueblo empiece a valorar más su tierra. Nosotros como norteños, debemos estar orgullosos de lo que tenemos porque la riqueza que tenemos, en nuestro mar y nuestra sierra muchos ya lo quisieran.
Salir de Trujillo a las 10 de la noche y llegar a las 2 a Chiclayo, tomar un desayuno en el terminal pesquero de Chiclayo a las 10 de la mañana, con el clásico olorcito de playa, caminar y aspirar yodo, ver la aves de mar volar y pescar, ver pescados a diestra y siniestra es una experiencia casi religiosa, estar en contacto con el mar y acompañarse de una buena salsa es la mejor experiencia de la vida.
Comer un ceviche en las costas de Piura, es lo mejor que ha podido pasar en mi vida.
Viajar, no como turista sino como un observador de la vida. Ver a gente feliz con lo que tienen, mientras que nosotros si no tenemos internet nos quejamos, si no tenemos computadora sufrimos, si no nos compramos las zapatillas o ropa de moda nos ponemos del humor, etc. Mientras que los pescadores, salen a alta mar, comen lo que les da, nuestro rico mar y comer muy bien, vivir con muchas limitaciones, pero con felicidad.
Ojala la vida, me da la oportunidad de volver al norte (Chiclayo, Piura) y poder volver a ver a esa gente que me enseño que lo hermoso de la vida, no es tener cosas materiales, sino vivir feliz, bien y sobre todo vivir ligado al mar, que es la fuente de la vida humana.
Según la evolución, nosotros venimos del mar, será por eso el amor y respeto que algunas personas le tenemos.