Hoy
luego de mucho tiempo, vuelvo a escuchar aquellas canciones que escuchaba
cuando viajaba de camino al norte y de verdad que extraño todo ese recorrido
que me marco en esta vida.
Hoy
confirmo que cada una de las canciones que hemos escuchado a lo largo de la
vida, marcan un espacio en el tiempo. Cuando escucho una canción de un programa
de televisión me remonta a mi época de niñez. Pero una salsa, sobre todo de Rubén
Blades, me remonta a los largos caminos de asfalto, días de cielo despejado,
con un radiante sol y un eterno olor a playa, pescado y agua salada.
La
primera vez que marchamos a Piura, no llegamos hasta tan lejos. Solo hasta Sullana.
La siguiente nos toco ir hasta Talara, la mejor experiencia de mi vida.
Aunque
desde Chiclayo, una salsa es fundamental para que exista una confianza entre mi
ser y el lugar donde estoy.
Cada
vez que recuerdo una calle de Chiclayo-Salaverry, Bolognesi, o la misma Balta,
etc. Esta en mi mente una tarde de sol, el viento que corre con mucha fuerza y
una buena canción de Blades, Colon, La misma gente, Cheo Feliciano o cualquier
otro de los grandes cantantes de este gran genero.
No
se si el resto de la gente también lo ve con mis ojos, pero sería excelente que
el pueblo empiece a valorar más su tierra. Nosotros como norteños, debemos
estar orgullosos de lo que tenemos porque la riqueza que tenemos, en nuestro
mar y nuestra sierra muchos ya lo quisieran.
Salir
de Trujillo a las 10 de la noche y llegar a las 2 a Chiclayo, tomar un desayuno
en el terminal pesquero de Chiclayo a las 10 de la mañana, con el clásico olorcito
de playa, caminar y aspirar yodo, ver la aves de mar volar y pescar, ver
pescados a diestra y siniestra es una experiencia casi religiosa, estar en
contacto con el mar y acompañarse de una buena salsa es la mejor experiencia de
la vida.
Comer
un ceviche en las costas de Piura, es lo mejor que ha podido pasar en mi vida.
Viajar,
no como turista sino como un observador de la vida. Ver a gente feliz con lo
que tienen, mientras que nosotros si no tenemos internet nos quejamos, si no
tenemos computadora sufrimos, si no nos compramos las zapatillas o ropa de moda
nos ponemos del humor, etc. Mientras que los pescadores, salen a alta mar,
comen lo que les da, nuestro rico mar y comer muy bien, vivir con muchas
limitaciones, pero con felicidad.
Ojala
la vida, me da la oportunidad de volver al norte (Chiclayo, Piura) y poder
volver a ver a esa gente que me enseño que lo hermoso de la vida, no es tener
cosas materiales, sino vivir feliz, bien y sobre todo vivir ligado al mar, que
es la fuente de la vida humana.
Según
la evolución, nosotros venimos del mar, será por eso el amor y respeto que
algunas personas le tenemos.
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