Viejos recuerdos de melancolía vienen a
mi cabeza, con aquella canción. Una sensación entre alegría y dolor, mixtura
incomparable. Nunca me imaginé que una canción doliera tanto.
La avenida Larco, es otra por la noche.
El glamour de sus calles se confunde con las personas que van y vienen. Cada
uno con un nombre, cada una con una forma de pensar. Cada uno es un mundo.
Sigo avanzando y llego a una
urbanización. La noche está tan calma, las luces iluminan cada uno de los
hogares que están en la zona. El sonido del mar parece estar tan cerca de
nuestras orejas que se confunde con el sonido que dejan los autos cuando pasan.
No son autos cualquiera, son del último
modelo. Maravilla que deleita la vista. Esa canción sigue sonando y me tengo
que ir. Ya es tarde, el camino es largo y tengo que llegar.
En una esquina me encuentro de píe esperando
que un taxi pueda llevarme a mi destino. De pronto suena esa canción. Un grupo
de gente que viene de la playa la está poniendo a todo volumen. Comprensible,
es sábado por la noche.
Algo tienen los sábados que enamoran, un
sábado en la avenida es distinto a un viernes u otro día cualquiera.
Los micros corren, pero no veo días en
la carretera. Esa parte de la ciudad se pinta de otro color, se ve distinta. Te
reitero, no es lo mismo un sábado por la noche por allí que un sábado por la noche
en la zona este de la ciudad.
El camino no tiene baches, la pista está
lisa, la ciudad y su cara es otra.
Por fin un taxi me llevara a mi destino.
Cuanto? 5 soles. Nos vamos! Subo al taxi y el amigo taxista-joven también-pone
la canción en la radio. Maldita sea! Otra vez la misma canción.
Llegamos al ovalo y repentinamente le
dije al taxista: “Cholo, me bajo”
-Pero como?, estamos lejos de donde
quieres ir. Dijo el taxista.
-No me importa, quiero caminar. Le dije.
Además, esa canción la tengo en mi celular. (Repetía en mi cabeza)
Baje cerca al grifo y decidí regresar a
píe el camino que el taxista ya había recorrido. No jodas, decía dentro de mí,
este soy yo?
Me puse mis audífonos-modos vivendus-y
decidí volver a recorrer hasta el paradero donde tome el auto. Luego de ir, primero
por la derecha, hasta el lugar donde inició el recorrido decidí volver a
caminar hasta el ovalo. Esta vez por la izquierda.
Di play a mi móvil e inició largo
trayecto hacia casa. Pasaba por las tiendas restaurantes, points y tantos
lugares y la cancioncita no dejaba de sonar.
Tape mis oídos de tal forma que solo me
permita escuchar aquella canción de tantos recuerdos. Es increíble que un solo
sonido se convierta en canción y también que tenga tanto sentimiento a pesar de
que viene del otro lado del mundo.
Acaso el que la escribió, sabía lo que
un simple mortal-en este hemisferio-pude sentir. Si es así, eso comprobaría que
la humanidad está enchufada en una misma onda.
De tanto andar, volví a estar en el
mismo sitio. En donde me baje del taxi. La encrucijada se planteó: hacia Juan
Pablo o sigo con Larco? Y como la vida siempre hace las cosas por algo, me fui
por Juan Pablo.
Allí, entonces, puse en repeat el móvil de
tal manera que la canción siguiera sonando.
Ya no se escucha el mar, ya no hay
glamour, no hay elegancia, pero la canción sigue inspirando toda esa clase de
cosas. Por mi mente pasa vivir por acá, pero dejar el centro para ir a una
urbanización??
Entro por una calle, y el silencio
vuelve a ser el mismo que hace calles atrás. Los recuerdos vuelven, la canción
sigue sonando y la batería se sigue gastando. El zapato ya no se ensucia, al contrario
se limpia y se siente cómodo.
Por
alguna razón estoy oliendo a mar, la canción sigue sonando y la atmosfera es
única. El mar, hace metros me dijo adiós. Decido ir por la puerta, la calle
está tan sola, el sonido estridente ya no está. Los micros se han ido, las
gentes también. Ya no te preguntan qué estás buscando. Acaso un ser
humano-promedio-no puede caminar tranquilamente por una rúa.
El cielo está despejado, hoy la noche
tiene luces. Las estrellas miran a la gente, pero ellos no se inmutan.
Nadie levanta la cabeza, para decirles: hola!
Gracias por alumbrar mi noche.
Lady, otra vez se repite la canción y el
camino elegante se va despidiendo. Vestigios de eso quedan en las últimas
cuadras. Soy como un fantasma con vida que tiene las manos en los bolsillos del
pantalón y la casaca hasta el cuello que está metido en el mundo lady.
He dejado el glamour y elegancia de la
urbanización y me he metido en el caos del centro. Veo fijamente los rostros de
la gente y ellos parecen tan tímidos. Nadie fija los ojos en otra persona.
Nadie se molesta siquiera en preguntarte, te sientes bien?
La canción sigue sonando, la vida sigue
continuando y yo sigo respirando.
Ha sido sábado por la noche. Para cuando
llegue a casa será domingo. Un triste domingo.
Fue un alegre sábado, de fútbol, de playa,
de cañas y de sitios elegantes. Pero fue un sábado atípico, porque encontré la
atmosfera adecuada para poder recorrer a pie la ciudad.
Lady,
hear me tonight, cos my feeling is just so right, as we dance by the moonlight,
can't you see your my delight.
Lady..
i just feel like, I wont get you out of my mind, I feel love for the first time,
and I know that its true I can tell by the look in your eyes