domingo, 13 de enero de 2013

Lady



Viejos recuerdos de melancolía vienen a mi cabeza, con aquella canción. Una sensación entre alegría y dolor, mixtura incomparable. Nunca me imaginé que una canción doliera tanto.
La avenida Larco, es otra por la noche. El glamour de sus calles se confunde con las personas que van y vienen. Cada uno con un nombre, cada una con una forma de pensar. Cada uno es un mundo.
Sigo avanzando y llego a una urbanización. La noche está tan calma, las luces iluminan cada uno de los hogares que están en la zona. El sonido del mar parece estar tan cerca de nuestras orejas que se confunde con el sonido que dejan los autos cuando pasan.
No son autos cualquiera, son del último modelo. Maravilla que deleita la vista. Esa canción sigue sonando y me tengo que ir. Ya es tarde, el camino es largo y tengo que llegar.
En una esquina me encuentro de píe esperando que un taxi pueda llevarme a mi destino. De pronto suena esa canción. Un grupo de gente que viene de la playa la está poniendo a todo volumen. Comprensible, es sábado por la noche.
Algo tienen los sábados que enamoran, un sábado en la avenida es distinto a un viernes u otro día cualquiera.
Los micros corren, pero no veo días en la carretera. Esa parte de la ciudad se pinta de otro color, se ve distinta. Te reitero, no es lo mismo un sábado por la noche por allí que un sábado por la noche en la zona este de la ciudad.
El camino no tiene baches, la pista está lisa, la ciudad y su cara es otra.
Por fin un taxi me llevara a mi destino. Cuanto? 5 soles. Nos vamos! Subo al taxi y el amigo taxista-joven también-pone la canción en la radio. Maldita sea! Otra vez la misma canción.
Llegamos al ovalo y repentinamente le dije al taxista: “Cholo, me bajo”
-Pero como?, estamos lejos de donde quieres ir. Dijo el taxista.
-No me importa, quiero caminar. Le dije. Además, esa canción la tengo en mi celular. (Repetía en mi cabeza)
Baje cerca al grifo y decidí regresar a píe el camino que el taxista ya había recorrido. No jodas, decía dentro de mí, este soy yo?
Me puse mis audífonos-modos vivendus-y decidí volver a recorrer hasta el paradero donde tome el auto. Luego de ir, primero por la derecha, hasta el lugar donde inició el recorrido decidí volver a caminar hasta el ovalo. Esta vez por la izquierda.
Di play a mi móvil e inició largo trayecto hacia casa. Pasaba por las tiendas restaurantes, points y tantos lugares y la cancioncita no dejaba de sonar.
Tape mis oídos de tal forma que solo me permita escuchar aquella canción de tantos recuerdos. Es increíble que un solo sonido se convierta en canción y también que tenga tanto sentimiento a pesar de que viene del otro lado del mundo.
Acaso el que la escribió, sabía lo que un simple mortal-en este hemisferio-pude sentir. Si es así, eso comprobaría que la humanidad está enchufada en una misma onda.
De tanto andar, volví a estar en el mismo sitio. En donde me baje del taxi. La encrucijada se planteó: hacia Juan Pablo o sigo con Larco? Y como la vida siempre hace las cosas por algo, me fui por Juan Pablo.
Allí, entonces, puse en repeat el móvil de tal manera que la canción siguiera sonando.
Ya no se escucha el mar, ya no hay glamour, no hay elegancia, pero la canción sigue inspirando toda esa clase de cosas. Por mi mente pasa vivir por acá, pero dejar el centro para ir a una urbanización??
Entro por una calle, y el silencio vuelve a ser el mismo que hace calles atrás. Los recuerdos vuelven, la canción sigue sonando y la batería se sigue gastando. El zapato ya no se ensucia, al contrario se limpia y se siente cómodo.
 Por alguna razón estoy oliendo a mar, la canción sigue sonando y la atmosfera es única. El mar, hace metros me dijo adiós. Decido ir por la puerta, la calle está tan sola, el sonido estridente ya no está. Los micros se han ido, las gentes también. Ya no te preguntan qué estás buscando. Acaso un ser humano-promedio-no puede caminar tranquilamente por una rúa.
El cielo está despejado, hoy la noche tiene luces. Las estrellas miran a la gente, pero ellos no se inmutan.
Nadie levanta la cabeza, para decirles: hola! Gracias por alumbrar mi noche.
Lady, otra vez se repite la canción y el camino elegante se va despidiendo. Vestigios de eso quedan en las últimas cuadras. Soy como un fantasma con vida que tiene las manos en los bolsillos del pantalón y la casaca hasta el cuello que está metido en el mundo lady.
He dejado el glamour y elegancia de la urbanización y me he metido en el caos del centro. Veo fijamente los rostros de la gente y ellos parecen tan tímidos. Nadie fija los ojos en otra persona. Nadie se molesta siquiera en preguntarte, te sientes bien?
La canción sigue sonando, la vida sigue continuando y yo sigo respirando.
Ha sido sábado por la noche. Para cuando llegue a casa será domingo. Un triste domingo.
Fue un alegre sábado, de fútbol, de playa, de cañas y de sitios elegantes. Pero fue un sábado atípico, porque encontré la atmosfera adecuada para poder recorrer a pie la ciudad.
Lady, hear me tonight, cos my feeling is just so right, as we dance by the moonlight, can't you see your my delight.
Lady.. i just feel like, I wont get you out of my mind, I feel love for the first time, and I know that its true I can tell by the look in your eyes

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