lunes, 30 de abril de 2012
Bitácora del Candombero, lunes 30 de abril del 2012
martes, 17 de abril de 2012
Bitácora del candombero, martes 17 de abril de 2012.
viernes, 13 de abril de 2012
Bitácora del Candombero, viernes 13 de abril del 2012:
Hoy, parecía ser un viernes cualquiera y como tal despertamos temprano con la ilusión de salir con destino a aquel campo santo donde reposan los restos de dos de los seres queridos más importantes que marcaron mi vida.
Todavía recuerdo aquel martes 13 de abril de hace dos años atrás, cuando en pleno momento de clase una llamada telefónica confirmaría el sueño que tuve aquel sábado anterior. El dolor aquel momento era indescriptible, saber que la ultima persona en este mundo a la que llamaba abuela se había marchado para siempre. Todavía me parece recordar cada anécdota que pasábamos cuando estabas con nosotros.
Hoy, que pasaron dos años, aún recuerdo las tardes sabatinas soleadas cuando de niño vivíamos momentos alegres a lado de mis dos abuelos. Es increíble saber que gracias a un programa de televisión puedo recordar algo de mi infancia y de cuando estaba mi madre, mis tíos y mis abuelos.
Recorriendo cada una de las partes de la casa donde vivieron, me pongo a pensar: “si estas paredes hablaran… ¿que me contarían?” aunque mi madre no lo cree, las risa del Chompiras me hace recordar cuando mi abuelito se reía por alguna gracia que conversaban. Una de mis sobrinas también recuerda a mi abuelito, cuando él la llevaba a cambiar sus moneditas y cuando compraban sus panes y llegaban a casa comiéndose los panes para el lonche que haría mi abuelita.
Por alguna razón, los sábados soleados del 2012 me gustan. Me llenan de recuerdos, siento que vuelvo a se niño y me parece escuchar que mi mamá me dice: “Beto; nos vamos a la Tita”
En estos momentos estoy escuchando al Chompiras, y cada una de sus canciones, palabras y muchos otros aspectos me hacen recordar las tardes tranquilas que pasábamos.
Quiero creer que mis abuelos se llevaron un grato recuerdo de nuestra parte, siempre hicimos lo posible por portarnos bien. Además mi madre siempre nos cultivo el respeto y amor a los familiares mayores.
Hoy, dos años después, recordamos tu partida Tita. Y al mismo tiempo recordamos siempre la partida del abuelito Humberto…y siempre el recuerdo de sus personas estará presente en cada uno de nosotros y siempre tendremos el mejor recuerdo.
Ojala, ojala que en la próxima vida nos volvamos a ver y estemos todos juntos y nunca; nunca nos separemos.
Gracias por ser mis abuelos y gracias por darle la vida al ser humano que me motiva y al quiero con todas mis fuerzas: mi madre.