*Solea en Trujillo, es como mágico. Pero
no tanto como la llovizna que en un tiempo nos golpeó.
Solea en Trujillo, salen los niños y
hasta los mayores rejuvenecieron…
Un día de septiembre, salí al litoral
y todo fue nuevo, me enamoré y desde ese día el sol en Trujillo se ve de otra
forma.
Solea en Trujillo, se asoman los vecinos
al mar y hasta el taxista frena en su andar.
Solea en Trujillo, la calle Jorge Chávez
vuelve a ser Chiclayo por otra razón.
Solea en Trujillo, y sin mucho
desorden pero con el mismo caos, a todas las personas apuradas el sol las acogió.
Otro día de septiembre, seguí al sol y
me llevó por otro lugar, solea en Trujillo y por un momento corre un
sentimiento… ¡amo esta ciudad!
*visto desde la cosmo-visión del autor
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